Países relojeros Francia

1867 LIP





Origen: Besançon, Francia.


Fundador: Emmanuel Lipmann.

Historia: 1904, el Sr. Lipmann desarrolló la primera esfera fosforescente en colaboración con Pierre y Marie Curie.



1904, la marca de relojes LIP,  desarrolló la primera esfera fosforescente en colaboración con Pierre y Marie Curie.

1908, la marca relojera LIP, el primer reloj en anunciarse.

1948, Charles de Gaulle le regala a Winston Churchill un reloj Lip.

La compañía fue considerada un símbolo de Francia.


1971, François De Baschmakoff fue el primer diseñador freelance en trabajar para LIP. 

Lip quería un diseñador considerado como el mejor en su categoría y sin experiencia en el diseño del relojes, en definitiva, un hombre con una perspectiva fresca y nueva, un pionero.
 De Baschmakoff establece el tono de las grandes creaciones de la marca LIP y muestra el camino a todos los diseñadores que luego seguirían su ejemplo: la versión opuesta de las prácticas de relojería habituales. 

Es por ello que De Baschmakoff decide eliminar las manecillas del reloj y en su lugar usa un sistema excepcional: tres discos para la hora, los minutos y los segundos. 

Al remover las manecillas, el usuario esta obligado a pensar para leer el tiempo.


1973, la crisis del cuarzo en la relojería.

La crisis que golpeó a Lip con la llegada de los relojes de cuarzo japonés y los productos de bajo precio del gigante estadounidense Timex.

"Lip estaba teniendo dificultades para convencer a sus diversos asociados de financiar su desarrollo y su investigación de cuarzo".
"A medida que las ventas siguieron cayendo, la necesidad de financiación siguió creciendo".

La compañía entró en una espiral descendente.

Los recortes presupuestarios, incluidas las reducciones en los salarios de los trabajadores, generaron un creciente descontento y muchas huelgas. 

Los disturbios de los trabajadores culminaron en eventos ahora legendarios: en 1973, durante una reunión con el consejo de trabajo de Lip, en la que los empleados fueron informados de una posible bancarrota voluntaria, algunos trabajadores arrancaron el maletín de la mano de un director y descubrieron que la compañía estaba en hecho que planea despedir a 480 de sus 1.300 trabajadores.

Esto condujo al secuestro nocturno de varios gerentes y a una ocupación de la compañía durante 57 días. 

Durante este período, los trabajadores confiscaron 65,000 relojes, que vendieron para compensar la pérdida de ingresos. 

También intentaron poner su propio equipo de autogestión en su lugar, proclamando: 
"Producimos, vendemos, nos pagamos a nosotros mismos".


La compañía cerró dos años después.

1990,  la marca relojera LIP, Jean-Claude Sensemat, un industrial del departamento de Gers en el sudoeste de Francia, compró la compañía y la trasladó a su región, y prometió que
"Lip nunca morirá".